viernes, 18 de marzo de 2011

Técnicas para aprender a desenvolvernos con seguridad y no demostrar lo contrario


Seguramente más de una vez te ha pasado que no te simpatiza una persona, y prácticamente no haz cruzado palabra con ella. No te haz preguntado ¿Porqué? Bueno la respuesta es el lenguaje no verbal o lenguaje corporal.




La percepción que tenemos de otras personas solo al mirarlas la obtenemos por medios de las expresiones de la cara, de los ojos y la boca; de los brazos y piernas y el cuerpo en general.
A continuación la e explicación por parte de estudios realizados sobre el tema del lenguaje no verbal o lenguaje corporal.




Las manosLas manos juegan un papel muy importante en las comunicaciones. Su movimiento está estrechamente asociado con las emociones. Cuando una persona desea enfatizar o dar intensidad a sus palabras, los movimientos de sus manos son más amplios e intencionados.

Ten en cuenta que:
• Si observamos a un muchacho que espera a su novia, percibimos si está ansioso, angustiado, temeroso o seguro por la manera en que se mueve, enlaza o acerca las manos a su cuerpo. Incluso puede llegar a traslucir lo que espera de ese encuentro.

También los movimientos de las manos son más frecuentes cuando una persona tiene dificultad para expresar verbalmente sus ideas o cuando le cuesta trabajo hacerse comprender. Por ello, cuanta mayor sea su necesidad de hacerse entender, mayor intensidad dará a la expresión de las manos y gesticulará más ampliamente.

Se puede insinuar el interés o la preocupación sobre un tema tocando el antebrazo de la otra persona. También, a través de un apretón de manos en una situación determinada, es posible revelar y captar los más diversos sentimientos de fuerza o debilidad, actitudes de superioridad o inferioridad, entusiasmo o frialdad, interés o desinterés, seguridad o inseguridad, temor o ansiedad.

Los ojosDe todas las partes del cuerpo humano que se emplean para transmitir información, los ojos son los más importantes para reflejar los matices más sutiles. El primer contacto que hacemos comúnmente con una persona es a través de los ojos; muchas veces basta una mirada para iniciar una relación, terminarla, elegir o rechazar.

Los músculos de los ojos son maravillosamente sutiles, por lo que cada mirada es minuciosamente distinta de otra; nos dice lo que va dentro de la persona que mira.

Además, el intento de comunicarse a través de la mirada es más revelador cuando se hace inconscientemente.

Hay distintas fórmulas para intercambiar miradas, según el lugar donde se produce el encuentro. A veces empleamos la técnica de mirar-y-desviar-la-mirada cuando encontramos a personas célebres. Queremos asegurarles que respetamos su intimidad. Lo mismo sucede con los lisiados o los desvalidos, les miramos brevemente y desviamos la mirada antes de que pueda considerarse una mirada fija.

Es la técnica que empleamos en cualquier circunstancia desacostumbrada, en la que una mirada fija resultaría incómoda.

Hay una sutil medida del tiempo empleado al hablar, escuchar, mirar y desviar la mirada. La mayor parte de la gente desvía la mirada inmediatamente antes o después de haber dicho una de cada cuatro frases. Algunos lo hacen al comienzo o a la mitad de la frase. Al terminar de hablar, la mitad de las personas miran al interlocutor. Desviar la mirada durante una conversación puede ser un medio de ocultar algo. Debemos recordar que el contexto determina la significación de las miradas.
El contacto visual también puede modificar una relación. Sentimos lo importante de la mirada cuando alguien se niega a mirarnos a los ojos y no logramos percibir si le interesamos o si le importa el mensaje que deseamos transmitirle.

Ten presente que:
• Si alguien nos mira y le sorprendemos mirándonos, nos sentimos incómodos y tenemos conciencia de que algo está mal. También en ese caso nos sentimos perturbados y molestos.
• El apartar la mirada se asocia a la intención de ocultar la intensidad de una emoción o de un sentimiento.
• Algunas veces, la ausencia de contacto visual da la impresión de aislamiento.
• Un fuerte enfado se comunica evitando ver (a propósito) los ojos de la otra persona o viéndola en forma intensa y dura.

El rostroLa expresión del rostro muestra diferencias importantes en el significado del mensaje. Si deseamos enviar un mensaje cálido o positivo, lo apoyamos con una sonrisa amable. Si se trata de un mensaje serio, mostramos una expresión grave, solemne o circunspecta.

Con los movimientos de la cara también podemos manifestar las emociones más profundas o superficiales. Si hay algo que nos contraría, lo reflejamos con una expresión dura o airada. La felicidad se expresa con un cambio gestual y con una movilidad suave de los músculos faciales. La cólera se manifiesta con los músculos tensos y rígidos.

Este aspecto del lenguaje corporal es muy importante ya que con el rostro revelamos pensamientos, sentimientos, emociones, actitudes hacia personas, ideas o hechos. Además, muchas personas nos interpretan o enjuician como resultado de esas expresiones.

La cara tiene una tremenda variedad de expresiones. Si nos remontamos un poco y consideramos la cabeza además de la cara, se origina otra serie de movimientos. Se baja la cabeza, se le sacude, se le da vuelta, se le hace saltar; todos esos movimientos son significativos. Sin embargo, tienen significados distintos cuando se hallan combinados con diferentes expresiones faciales y en diversas situaciones culturales. Saber que la gente levanta las cejas o baja los párpados para expresar una emoción es un hecho de observación.

Las piernasPara atribuir un significado al modo de cruzar las piernas y los brazos, primero hay que tener en cuenta la condición fisiológica del cuerpo. Hay una fuerte tendencia en atribuir una serie de significados a la dirección en que cruzamos los brazos.

Al parecer, se ha podido establecer que cruzar los brazos es a veces un gesto defensivo, una señal de que no se acepta el punto de vista de otra persona, de inseguridad o un deseo de defenderse. Éstas y otras interpretaciones son válidas, pero cuando llegamos a la dirección del cruce, izquierda sobre derecha o viceversa, el terreno es menos seguro.


Esperando que haya sido de utilidad la información antes mencionada a continuación unas recomendaciones

Existen ciertas recomendaciones sobre el lenguaje corporal que pueden ser de gran utilidad en sus procesos de comunicación.

¡Póngales atención y buena suerte!

a. El saludo: un buen punto de partida
Es conveniente tener una actitud corporal de apertura. Dado que ésta es la primera señal de contacto, es importante estar consciente de cómo se encuentra el cuerpo.

Una forma de apertura inmediata es apuntar el pecho hacia el de la persona a quien se está conociendo o se tiene interés en abordar (llamada actitud de corazón a corazón).

En segundo lugar viene el contacto visual. Sea el primero en ofrecerlo con una mirada directa a los ojos (contacto real). Sea también el primero en sonreír. Así se gana la atención de la persona.

El saludo verbal es el siguiente paso; debe ser según la formalidad en que se encuentre (hola, buenas tardes) y también dependerá de los modismos locales.

Para finalizar el primer acercamiento es necesario presentarse; a continuación viene la sincronización con el lenguaje corporal del interlocutor, que es el último paso para propiciar una conexión inmediata.

b. Evite parpadear constantemente, puesto que denota vacilación e inseguridad.

c. En todo momento trate de que su mirada sea directa y establezca contacto visual con sus interlocutores; eso revela sinceridad y decisión.

d. No se muerda los labios ni se los humedezca con la lengua pues son señales de timidez, inseguridad, titubeo e indecisión.

e. Mantenga la boca siempre cerrada y ambos labios unidos mientras escucha a su interlocutor. Esto muestra calma y seguridad en sí mismo. La boca abierta y la mandíbula caída sugieren nerviosismo, prisa, asombro y sorpresa.

f. Mantenga siempre una posición apropiada y evite los movimientos constantes y abruptos; éstos denotan intranquilidad, nerviosismo, temor y falta de control.

g. Manténgase atento pero impasible mientras otros le hablan. Evite hacer movimientos con su cuerpo ante una frase que le provoque sorpresa o con la que no esté de acuerdo. Haga saber su opinión en el momento oportuno, no antes.

h. Controle el movimiento de sus manos y manténgalas visibles.

i. Su voz debe tener un tono moderado, sin titubeos. Una voz vacilante transmite inseguridad y timidez. Generalmente revela que la persona no domina el tema del que está hablando o que sus conceptos no son firmes ni definidos. Si usted baja el tono de su voz con premeditación para obligar al auditorio a prestar atención, está manipulando y demostrando superioridad.

j. Al hablar, mantenga siempre el control de sí mismo, aunque se vea involucrado en una discusión intensa.

k. Si desea ganar la confianza del auditorio que tiene frente a usted, no permita que un objeto se interponga entre ustedes, por ejemplo, un escritorio.

l. Trate de integrarse a su auditorio y adecue su vestuario a las características sociales y económicas del entorno (por ejemplo, si va a una comunidad pobre, no debe presentarse con ropa formal).

m. Infórmese sobre las características culturales de la comunidad adonde va a presentarse para evitar situaciones incómodas (por ejemplo, si usted es un hombre, debe conocer el trato adecuado hacia las mujeres casadas).

n. Trate de no cruzar los brazos al frente pues es una actitud de franca defensa o de rechazo.

o. No cubra su boca con las manos mientras habla; eso denota que no se está diciendo la verdad o que hay inseguridad de su parte.

p. Trate de tener una postura relajada.




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